Las que somos madres, estamos acostumbradas a planificar y administrar nuestro tiempo y sabemos que gestionar nuestra vida y la de nuestros hijos es un trabajo de tiempo completo, sobre todo en los primeros años. Pero luego, llega ese maravilloso punto de inflexión, cuando nuestros hijos entran al colegio y eso nos permite tener medio día libre. Es por ello, que en promedio el emprendimiento de mujeres inicia tras 6 años después de haberse convertido en madres. Y en promedio, estas mujeres inician sus emprendimientos y se convierten en mamás empresarias a los 37 años. Este es el momento en el que casi todas recuperan al menos una parte su tiempo libre y la mayoría concuerda en que es el momento perfecto para dar vida a sus ideas.
Muchas mujeres, cuando tienen hijos, en lugar de seguir una carrera típica, buscan un trabajo que les permita tener flexibilidad. Al convertirse en empresarias autónomas, las madres ya no tienen por qué elegir entre sus hijos o sus carreras.
Sin embargo, ¿por qué les sale tan natural comenzar su propio negocio? La respuesta es simple. Muchas de las habilidades que otra persona tarda años en dominar para fundar un negocio ya son pan comido para una madre. Son las cualidades y talentos que siempre han estado presentes:
- Administración del tiempo
- Paciencia sin igual
- Resolución de problemas
- Mentalidad práctica
- Poder de superación
- Negociación
Para las madres se trata de lo cotidiano, sin embargo, esto no significa que no se enfrenten a los mismos desafíos que cualquier otra persona que decida comenzar un negocio de forma autónoma. Aun así, no hay un sólo motivo por el que las madres se hacen empresarias autónomas, la realidad es que la mayoría reconoce que una de las razones principales: es encontrar el equilibrio entre el trabajo y la familia.
¿Pero hay diferencia entre las madres y otras personas emprendedoras? Además de ser expertas en multitarea, comparten los mismos deseos: montar su negocio para hacer crecer una idea, para tener independencia económica y lo más importante tener tiempo para su familia.
Por más idílico que suene, poder tener tu propio horario de trabajo para que se adapte al de tu vida familiar tiene varios inconvenientes. El emprendimiento de mujeres acaba con las aficiones o sacrifica tiempo de ocio para poder dedicar energía suficiente a sus empresas y a sus familias.
Hoy ya no solo existe la clásica opción de trabajar de 9 de la mañana a 6 de la tarde, sino que hay mucho más en juego. Sin embargo, aunque en la actualidad exista más flexibilidad, lograr el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar sigue siendo un gran desafío.
Es por ello, que muchas mujeres cambian su forma de pensar sobre la vida laboral una vez que deciden formar una familia: el trabajo autónomo.
¿Te sorprende? En realidad, quizás no, ya que existe la posibilidad de que le hayas comprado algo a una madre que dirige su propio negocio, que conozcas a una madre que trabaje por su cuenta o que tú misma trabajes de forma autónoma. ¡Estamos viviendo la era del emprendimiento de mujeres!
Aquí te dejo unos tips, para ser mamá emprendedora y no morir en el intento:
- Debes trabajar duro. Ser mamá es un trabajo pesado, hacerlo al mismo tiempo que montas tu propio negocio, es todo un reto. ¡Mentalízate!
- No te desesperes. Si las cosas no salen como lo esperabas inténtalo nuevamente. ¡Persevera!
- Pide ayuda. Si tienes dudas respecto al negocio, recurre a gente experimentada en el tema. ¡Aprende!
- Dedícale tiempo a tu negocio. Aunque tengas mil actividades, eres mamá y sabes gestionar tu tiempo. ¡Enfócate!
- Elabora un plan de negocios. Esto te ayudará a tener una idea más clara respecto a tus estrategias, productos, servicios y objetivos de negocio. ¡Planea!
- Aprende a equilibrar. El trabajo es importante, pero tu pareja, tus hijos y tú misma también. ¡Equilíbrate!
- Infórmate. Busca información especializada de tu negocio, de tus productos o servicios y hazlo único. ¡Innova!
- Maximiza el uso de tu capital. En lo que tu negocio arranca, ahorra lo más que puedas para que esto no afecte a tu familia. ¡Gestiona!
- Organízate. Elimina el desorden que te rodea, cumple con todos tus pendientes. ¡Estructura!
- Utiliza la tecnología. Existen muchas herramientas digitales, que pueden ayudarte a facilitar tu trabajo. ¡Agiliza!
Si eres una madre emprendedora, cuentas con toda nuestra admiración: como tal, tienes el espíritu emprendedor más inspirador que hemos visto. Crees en ti misma porque sabes de lo que eres capaz. No tienes que elegir entre tu familia y tus aspiraciones porque ¡lo haces todo! Amamos tus asombrosos proyectos, grandes o pequeños.
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